5.3. Modelos, procesos y esquemas de trabajo
«Methodology should not be a fixed track to a fixed destination but a conversation about everything that could be made or happen.»
El trabajo del diseñador muchas veces es complejo. Llevar a cabo proyectos de diseño requiere una combinación de habilidades de diseño, intuición y experiencia y el hecho de disponer de modelos, de teorías que proporcionen estructuras para entender y solucionar problemas, es importante. Los modelos de proceso son esquemas de trabajo, una guía de viaje, un mapa donde se sugiere un camino que seguir y un conjunto de actividades que realizar. Saber qué podemos hacer en cada momento y cómo hacerlo facilita el trabajo de resolver problemas, aunque no siempre seguimos paso a paso lo que indica la guía.
Proponer un modelo de proceso puede ser complicado. Como hemos visto antes, cada proyecto de diseño se basa en un punto de partida propio, tiene diferentes restricciones y quiere obtener resultados diversos; por tanto, no podemos establecer un modelo universal. Históricamente el diseño ha evolucionado de procesos sencillos e intuitivos a otros más complejos que conviene dividir en diferentes etapas y actividades. Con el desarrollo de la producción industrial, el diseño ha tenido que abordar retos más complejos, tales como dividir el proyecto en actividades que puedan realizar personas diferentes. Actualmente se pide al diseño que resuelva problemas cada vez más complejos y de ahí que los diseñadores debemos reflexionar sobre la propia actividad de diseño, los esquemas de trabajo, los procesos y el hecho de proyectar.
En este sentido, cada vez más se genera y encontramos más información sobre el diseño y sus reglas. Cuando se entrevista a un diseñador, una pregunta casi obligada es «¿cómo trabajas?» o «¿cuál es tu proceso?». Esta pregunta ya sabemos que no siempre es fácil de responder y, por este motivo, el diseñador estadounidense Damien Newman representa y define el proceso de diseño con un garabato (squiggle, en inglés). Este garabato en las fases iniciales del proyecto está muy embrollado y es a medida que avanza el proyecto que se va desenredando y se convierte en una línea clara.
La representación del proceso de diseño como un garabato ha gozado de bastante popularidad, ya que permite mostrar visualmente que uno de los objetivos del diseño es solucionar problemas (deshacer el lío del garabato) y aportar simplicidad (convertir el garabato en una línea clara y sencilla). También permite comunicar visualmente tanto los espacios del problema y la solución (el nudo del garabato y la línea clara) como las actividades de análisis y síntesis de cualquier proceso de diseño.
Conocer diferentes modelos y esquemas de trabajo nos servirá para entender un poco más el diseño y su proceso. No hay una clasificación clara y consensuada de los modelos de diseño y es por este motivo que a continuación presentaremos un conjunto de modelos con un orden que no implica importancia o relevancia. Los modelos que presentamos responden principalmente a la necesidad de proporcionar una perspectiva amplia de cómo trabaja el diseño y también de presentar brevemente las principales contribuciones teóricas realizadas por expertos en diseño.
Análisis, síntesis y evaluación
El proceso de diseño más simple es quizás el que propuso J. C. Jones con el nombre «Analysis, synthesis and evaluation». La fase de análisis implica especificar el problema que tenemos que resolver y recoger información relacionada. La fase de síntesis consiste en generar soluciones adecuadas para el problema y sus requisitos. La tercera etapa evalúa las soluciones generadas en relación con los objetivos iniciales y la especificación del problema que hay que resolver.
Divergencia, transformación, convergencia
Jones también propuso otro modelo de proceso de diseño bastante simple basado en tres etapas: divergence, transformation, convergence.
En la primera etapa tiene lugar un proceso de divergencia para entender el problema, buscar y recorrer su espacio, generar ideas, extender los límites y crear incertidumbres. La etapa de transformación se basa principalmente en identificar patrones y la última etapa es un proceso de convergencia basado en reducir incertidumbres, seleccionar ideas y caminar hacia una solución.
Proceso secuencial
El proceso secuencial o en cascada (waterfall, en inglés) describe las etapas que se deben llevar a cabo y las tareas que se deben realizar de manera secuencial, una tras otra. Toma su nombre del hecho de que considera que el progreso fluye constantemente hacia abajo, como en una cascada.
El proceso en cascada tiene su origen en empresas industriales, principalmente manufacturas, donde la optimización de la producción en serie es importante. Se trata de un proceso que ha sido muy utilizado en el desarrollo de software a pesar de los problemas que presenta tanto para corregir errores como para adecuar el producto a los usuarios.
Seguramente es el proceso con un modelo más simple. Define un conjunto de etapas y de actividades que se deben llevar a cabo de manera secuencial, donde el resultado de cada etapa constituye la entrada a la etapa siguiente. No hay una metodología o modelo fijado para el proceso en cascada, aunque normalmente incluye estas fases:
- requisitos (análisis y especificación de requisitos),
- diseño (diseño del sistema, diseño del programa),
- implementación (codificación),
- pruebas (evaluación, verificación, hacer tests)
- implantación (instalación y lanzamiento)
- mantenimiento y soporte.
El proceso secuencial presenta muchos inconvenientes (y pocas ventajas). Por un lado, el hecho de establecer al principio del proyecto los requisitos del usuario hace que esté alejado del producto durante todo su proceso de diseño y desarrollo. Muchos problemas surgen porque no se establecieron adecuadamente las necesidades de los usuarios al inicio del proyecto, y no ha habido más oportunidades para corregirlo a lo largo del proyecto. El hecho de seguir un esquema secuencial hace difícil corregir errores u olvidos en las etapas avanzadas del proceso. En definitiva, se trata de un proceso que no permite aprender de los errores, ya que su esquema de trabajo no facilita realizar cambios. Por otra parte, el esquema de trabajo de un proceso en cascada puede resultar útil en proyectos con problemas pequeños y bien definidos, y en un contexto no muy cambiante y que hace uso de tecnologías estables. El enfoque fuertemente estructurado del modelo de proceso en cascada avanza de manera lineal por medio de fases que son fácilmente comprensibles y explicables, de forma que es fácil de entender y de compartir en un equipo de trabajo.
Proceso iterativo
El diseño iterativo se basa en un proceso continuo de experimentación, prueba y evaluación del producto de modo que progresivamente se eliminan problemas y el producto se adecua a los usuarios que lo han de utilizar. Así, el proceso iterativo mejora el diseño a lo largo del tiempo.
El proceso iterativo toma como punto de partida que revisar el trabajo realizado e iterar a partir de las soluciones generadas es deseable, e incluso inevitable para llegar a productos interesantes y adecuados. De este modo, el proceso iterativo intenta solucionar los problemas derivados de los procesos secuenciales o en cascada.
Una idea de fondo con la que se trabaja es que las necesidades de los usuarios, el problema y su solución se van entendiendo a lo largo del tiempo y, por tanto, no vale la pena invertir muchos recursos y esfuerzos en hacerlo únicamente en las primeras etapas del proceso de diseño.
Los procesos iterativos tratan de mejorar la solución del problema en cada iteración y, normalmente, cada nueva iteración viene determinada por los resultados obtenidos en la anterior. Se trata de procesos donde las fases de análisis y síntesis y el prototipo y la evaluación son actividades esenciales e intrínsecas al propio proceso. Los procesos iterativos son especialmente adecuados para mejorar la calidad y funcionalidad de un producto.
El proceso iterativo también se utiliza en el desarrollo de software y, con pequeñas variaciones, recibe también el nombre de proceso en espiral o proceso incremental.
En los procesos iterativos la interacción del usuario con el producto toma especial importancia. Es mediante un proceso iterativo que la interacción se puede definir, investigar y evaluar de forma que se produzca una adecuación entre el producto y los usuarios.
Los procesos iterativos presentan muchas ventajas; destacamos especialmente que permite identificar problemas pronto y hacer evolucionar las soluciones al problema que se debe resolver, mejorando las que se identifican como viables y descartando las que no responden a las necesidades de los usuarios. También permite centrarse en las personas: son procesos que permiten resolver problemas fácilmente, especialmente aquellos relacionados con los requisitos y necesidades de los usuarios.