3. La diversidad humana

3.6. Los factores de variabilidad humana

Para la antropometría los principales factores que se pueden distinguir en función del principio de variabilidad humana son: el sexo, la edad, el grupo étnico, el estado de salud, la ocupación y los aspectos socioeconómicos. Estos factores son los que principalmente inciden en las diferencias dimensionales entre las personas. Para el diseño serán, por tanto, las principales características a considerar en el proceso de desarrollo de objetos que resulten beneficiosos y adecuados para cualquier tipo de persona.

Sexo. El sexo es una de las características que podemos distinguir primero entre las personas. El dimorfismo sexual es distintivo de nuestra especie, igual que sucede con otros animales. Las diferencias morfológicas y fisiológicas entre hombres y mujeres son notorias y evidentes para todos nosotros. Estas diferencias anatómicas (tamaño corporal, masa muscular, estatura…) y sexuales determinan también diferencias en nuestro comportamiento habitual, que tiene incidencia también en los objetos y elementos que utilizamos diariamente. Pensemos, por ejemplo, en la variedad del diseño de ropa y complementos personales, los juguetes para niños, en la distinción de los baños de los espacios públicos…

Edad. La edad de las personas influye en las dimensiones del cuerpo. Los individuos pasamos por las distintas fases de crecimiento en las que varían nuestras características físicas y dimensionales, fases en las que también varían nuestras capacidades y limitaciones. A partir del nacimiento clasificamos las distintas etapas de crecimiento en infancia, adolescencia, madurez y senectud. La madurez, considerada el periodo de plenitud de los individuos, es la etapa más extensa temporalmente y en la que se estabilizan las variables dimensionales que dependen del crecimiento. Estas variables dimensionales también están influidas por el sexo de las personas. Se considera que en los hombres el crecimiento completo se realiza alrededor de la veintena, mientras que las mujeres amplían su periodo de crecimiento unos años más. Las disminuciones dimensionales que presentan las personas en el periodo de envejecimiento o senectud son similares para ambos sexos, como por ejemplo una disminución constante de la estatura.

Grupo étnico. Las diferencias presentes entre los distintos grupos étnicos que constituyen la especie humana han sido determinadas por los propios procesos evolutivos de la especie y por la influencia de las distintas condiciones ambientales. Las diferentes localizaciones geográficas, con su diversidad climatológica, han diferenciado los entornos donde se han desarrollado los distintos grupos humanos. Los entornos, con flora y fauna distintas, han definido principalmente la dieta, las actividades diarias y las costumbres de cada uno de esos grupos de individuos. Dos aspectos, alimentación y estilos de vida, influyen directamente en el desarrollo físico y dimensional de las personas. Las características que presentan estos grupos étnicos suelen ser hereditarias y definen un factor genético. La genética determina la capacidad de transmitir a los descendientes unos determinados rasgos identificativos que particularizan a las distintas comunidades. Pero también estos rasgos distintivos pueden diversificarse gracias a los procesos de mestizaje y de mezcla de culturas que se producen por los actuales desplazamientos y migraciones humanas.

Estado de salud. Los niveles de bienestar físicos, mentales y sociales inciden directamente en la salud de las personas, en sus características dimensionales y en el desarrollo de sus actividades. Desde un punto de vista médico podemos clasificar a las personas en sanas o enfermas y sabemos que algunas enfermedades inciden directamente en las capacidades y limitaciones de que disponen los individuos. Aquí debemos considerar, especialmente, los distintos tipos de discapacidades que pueden presentar las personas, sean de tipo físico, intelectual o emocional.

Actividad ocupacional. Las actividades diarias que realizan los individuos, en función del periodo y tiempo de dedicación, pueden influir notablemente en sus medidas. Este tipo de actividades están relacionadas directamente con nuestro trabajo y con nuestros hábitos de vida, como el deporte y el entretenimiento. Aquellos trabajos que requieran el empleo de fuerza muscular pueden influir en el aumento de las dimensiones corporales de las personas que realicen esas actividades, a diferencia de los individuos que mayoritariamente realicen tareas de tipo intelectual. Las distintas actividades deportivas permiten distinguir también diferencias en las dimensiones corporales.

Además de estos factores debemos contemplar los aspectos socioeconómicos que también tienen un impacto directo en la variación dimensional de las personas. Una posición social y económica cómoda influye en la alimentación y salud de los individuos. Pensemos en grupos de personas que disponen de recursos que les permiten recibir una buena alimentación, que influirá tanto en el crecimiento de esos individuos como en su grado de salud.