3. La diversidad humana

3.10. Los principios aplicables al diseño

Para establecer un conjunto de criterios antropométricos aplicables al diseño, Sanders y McCorcmick utilizan el concepto de percentil, básicamente aquello que representa. Establecen un conjunto de principios de diseño que se basan principalmente en el número de personas que pueden beneficiarse de su aplicación. En los proyectos concretos de diseño puede considerarse tanto la población en general como gamas o variedades de determinados individuos. Sin embargo, en aquellos casos en que se requiera una aplicación de datos antropométricos para un grupo específico de población (niños o ancianos, por ejemplo) o para una determinada actividad (practicantes de un determinado deporte, por ejemplo) los autores recomiendan utilizar los datos específicos de las personas que finalmente usarán esos objetos.

Los principios que establecen en función del grupo de individuos que se pueden beneficiar son:

  • el principio del diseño promedio
  • el principio del diseño adaptable
  • el principio del diseño extremo (universal)

El principio del diseño para la media recurre al promedio. Los datos utilizados en la aplicación del principio hacen referencia a un individuo de dimensiones medias, un individuo «típico». Normalmente los diseñadores utilizan un valor medio en sus proyectos, como el percentil 50. A pesar de ser un principio generalizado, su aplicación práctica debe responder a una valoración de cada caso concreto. Los datos antropométricos que se utilizan en los proyectos son concretos y determinados, cosa que facilita las tareas de diseño. El valor promedio se extiende a toda la población y se considera como el menos inconveniente y el más general.

El principio del diseño adaptable comprende tramos de población. En ocasiones es necesario realizar proyectos de diseño que tengan en cuenta un intervalo de población determinada, por ejemplo, los individuos con medidas entre el percentil 25 y el 75. Las propuestas resultantes deben ofrecer las mismas prestaciones a un conjunto de personas que presentan diferencias dimensionales. Los proyectos de diseño deben incorporar recursos que faciliten la adaptabilidad de los usuarios en función de las diversas medidas que estos presentan. En estos casos, los datos antropométricos que se utilizan son numerosos y  diversos, y estas circunstancias amplían las tareas y los retos de diseño. Los diseños serán más complejos y las correspondientes fases de desarrollo serán más amplias, empleando más recursos materiales y económicos. Un ejemplo típico de aplicación del principio de adaptabilidad son los sistemas de ajuste que nos proporcionan muchos tipos de productos.

El principio del diseño extremo (universal) es el que se aplica cuando se quiere beneficiar al máximo de personas. En antropometría el concepto «extremo» se refiere a las dimensiones mínimas y máximas que presenta la población. En estos casos es frecuente utilizar los datos referentes a ambos sexos y entre los percentiles 5 y 95 de la población. La complejidad de diseño aumenta considerablemente y con ello, el tiempo de desarrollo y los recursos económicos necesarios. Es muy probable que el grado de complejidad del diseño requiera la participación de equipos interdisciplinarios en el desarrollo del producto. El objetivo que persigue este principio es similar a la estrategia que propugna el diseño universal.